recuerdos que vienen, un ejercito de ellos, van muriendo,
dejando atrás sus sesos, sus ojos cerrados.
Cuando muevo la sabana de mi cuerpo,
amanece en mi, de nuevo.
Y llega vivo él, la distancia, el tiempo, él, el unico soporte, un sueño.
Vuelvo a la cama, pensar en el mañana,
en recorrer otra sabana, jugar con otra cama, devolver la vista a la ventana
por dos, tres... segundos.
McAlice
y esta es
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